El tostado es el valor agregado, y el toque de arte, que se le da al café.
No existe una escuela en Italia, que enseñe a tostar, pero se aprende como un oficio, viendo y aprendiendo con los que saben, de los maestros tostadores, ensayo y error, y adquiriendo gusto y pasión por cada grano de café que se tuesta.
Con un buen proceso de tostado, desarrollamos una gran cantidad de aromas, provenientes de los ácidos, obviamente presentes en el café verde, pero también se producen durante el tostado por la degradación de los carbohidratos.
También hay alcoholes que se derivan de los azucares y los lípidos del café, estos dan un gran impacto sensorial, contribuyen mucho al acabado de un tostado.
Los aldehídos, crecen durante el tostado de manera exponencial, tanto cuantitativamente, como por la misma degradación de los aminoácidos.
Aminas, cetonas, éteres, fenoles e hidrocarburos entre otros también están presentes, aportando cada uno, su parte importante en el aroma del café.
Hay mucha ciencia detrás del tostado, muchos elementos que nos puedan cambiar el sabor final.
En un próximo post, hablaremos del proceso de tostado y las variaciones que hay con el grano.
Hasta la próxima
Café y Vida!!!
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